CABINA DE PINTURA O ZONA DE PINTURA

¿Qué es mejor para el taller, una zona o una cabina de pintura?

Conseguir un acabado homogéneo y limpio es la finalidad de los procesos de repintado en el taller, para eso es importante contar con las herramientas adecuadas, materiales de calidad, excelentes profesionales y decidir el espacio para realizar las tareas diferenciando una zona o usando una cabina de pintura.

 

El procedimiento de pintura de un carro no se limita a la estética, también es importante por su incidencia en la resistencia de la carrocería ante fenómenos como la oxidación y porque sirve como protección contra agentes externos.

 

Por eso la pintura es un trabajo complejo que implica el lijado, la preparación del barniz y su aplicación uniforme y finalmente el secado de la pieza o el vehículo, todas estas técnicas generan partículas de polvo y overspray que deben controlarse.

 

Esos residuos se vigilan porque resultan peligrosos para la salud de los profesionales y clientes del taller, también porque se corre el riesgo de que terminen posándose en el trabajo realizado afectando su calidad.

 

Basados en esta información, un taller debe contar con un área separada para realizar los trabajos de pintura y seleccionar entre una zona delimitada o una cabina, donde se minimicen los riesgos y se garanticen acabados de calidad superior.

 

Zona de pintura:

 

Cuando un taller se decide por una zona de pintura, debe tener en cuenta que las áreas de trabajo deben estar bien delimitadas e identificadas, separadas de la zona de lijado que genera nubes de polvo que son un foco de contaminación para los procesos posteriores.

La zona de pintura debe incorporar al menos una turbina de aspiración para limpiar el aire de impurezas provenientes del overspray y que pueden resultar perjudiciales para la salud, teniendo en cuenta que los barnices actuales son de orígenes plásticos como el poliuretano.

Debe contemplarse en la zona de pintura un sistema de rejillas, que pueden montarse sobre un foso o una plataforma elevada que recoja los residuos que caigan al suelo y son potencialmente contaminantes.

 

Es importante que la zona de pintura garantice una iluminación que posibilite al profesional observar los acabados, para que no queden en el vehículo parches de color que disminuyan la calidad del trabajo.

 

La zona de pintura necesita contar con sistemas de aspiración que permitan optimizar el espacio, ya sea por centrales para varios puestos de trabajo o mediante equipos autónomos que puedan moverse para los procesos que se realizan en diferentes áreas.

 

También es importante tener un área de secado donde se puedan utilizar equipos infrarrojos que permitan realizar un proceso más rápido o dejar que el vehículo se seque a temperatura ambiente, pero que esté lo suficientemente aislado para que no se peguen partículas en la pintura fresca.

 

Cabina de pintura:

 

Una cabina de pintura ofrece una primera función que consiste en conservar el entorno libre de partículas gracias a que mantienen una sobre presión para que no entre el polvo, una tarea que se realiza por medio de las turbinas de impulsión y extracción que barren el aire sacando las impurezas mediante filtros.

 

La segunda función es procurar una temperatura constante en su interior para regular los procesos de secado mediante un sistema de recirculación de aire por ventiladores que permiten acelerar esta fase.

 

En una cabina se controlan fácilmente la temperatura, la humedad y la velocidad de aire que requiere cada tipo de barniz y que dependen en gran medida de las condiciones que recomiendan los fabricantes de pintura.

 

Las cabinas de pintura cuentan con un sistema de iluminación ideal para que la cantidad y calidad de la luz sean suficientes para evitar reflejos y sombras que permitan apreciar el color y la terminación.

 

Diferencias entre zona y cabina de pintura:

 

Montar una zona de pintura requiere que el taller tenga un espacio lo suficientemente amplio para separar las áreas requeridas para los trabajos de pintura y secado, además de acoplar las turbinas, las rejillas, la iluminación y los sistemas de aspiración.

 

Con una cabina se requiere menos espacio y se tienen todos los elementos integrados en un área más pequeña que permite realizar los trabajos de pintura y secado en un único lugar, aunque puede parecer que se necesita una mayor inversión.

 

Para elegir entre una zona y una cabina de pintura, se deben tener en cuenta todos los factores, las ventajas y las desventajas de uno y otro método, calcular costos y tomar la decisión más apropiada para cada taller.

 

Por. Adriana Gutiérrez

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